La mayoría de pacientes han oído las frases como “deslizamiento del disco”, “ruptura del disco” , “un disco se salió” o “se desgastó un disco”. Aún cuando estos términos son descriptivos, ciertamente pueden ser engañosos. Estos términos se refieren a la hernia de disco. Las hernias de disco son comunes especialmente en la parte baja (lumbar). Las hernias corresponden a la mayor incapacidad de personas menores de 45 años y alrededor del 1.5 % de la población económicamente activa tiene incapacidad crónica por este motivo.
La hernia de disco es una enfermedad en la que la parte central del disco intervertebral que llamamos núcleo pulposo se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce lesiones neurológicas derivadas de esta lesión. Pueden estar contenidas, cuando solo hay deformación, lo que llamamos protrusión, o bien ruptura franca.
Si bien, la mayoría de dolor de espalda y cuello son provocados por malas posturas, también existen otros motivos: las hernias de disco junto con el síndrome facetario son los causantes de dolor de columna agudo y crónico en más del 80% de casos, presentándose este clínicamente como lumbago o ciática.
Este problema suele iniciarse entre los 20 y 30 años, cuando el anillo fibroso sufre un proceso de degeneración que ocasiona que los discos se aplanen y pierdan elasticidad, luego se producen fisuras del anillo fibroso generalmente, y dan origen a las hernias de disco casi siempre entre los 30 y 50 años. El mismo proceso degenerativo se produce en el núcleo pulposo lo que ocasiona su desintegración y su “herniación “ de su lugar habitual. La salida del núcleo pulposo de su lugar es lo que va a desarrollar la hernia de disco y va a comprimir las raíces nerviosas provenientes de la médula espinal, produciendo dolor según en la parte de la columna en que aparezca el proceso (cervical, dorsal, lumbar). Dicho dolor es provocado además de la compresión de la raíz por el núcleo pulposo por sustancias químicas que producen inflamación del periostio de la vértebra, de las articulaciones, la duramadre, el anillo fibroso, el ligamento vertebral longitudinal anterior y posterior y los músculos.
Se describen en la literatura médica cuatro etapas en que evoluciona el proceso para que aparezca una hernia de disco:
✔ Degeneración del disco. Los cambios químicos asociados con el envejecimiento debilitan a los discos, pero no son causa de hernia.
✔ Prolapso. La forma o posición del disco cambia y se produce una ligera invasión al interior del canal medular. También se llama protrusión o abultamiento.
✔ Extrucción. El núcleo pulposo gelatinoso atraviesa la pared semejante a una llanta (anillo fibroso), pero permanece dentro del disco.
✔ Secuestro o disco secuestrado. El núcleo pulposo atraviesa el anillo fibroso y se ubica fuera del disco en el canal medular (hernia del núcleo pulposo).
FACTORES QUE AUMENTAN EL RIESGO DE UNA HERNIA DE DISCO.
✔ Sobre peso.
✔ Levantar peso en forma indebida.
✔ Estrés.
✔ Movimientos violentos.
✔ Movimientos repetitivos laborales o de la vida diaria.
✔ Ejercicio de alto rendimiento.
✔ Trabajos que impliquen carga o levantar peso.
✔ Estar sentado largas horas.
✔ Enfermedades crónico-degenerativas osteo-musculares.
✔ Espondilo-artrosis de cualquier etiología.
A medida que el cuerpo envejece, los cambios bioquímicos naturales hacen que los discos gradualmente se deshidraten, lo que afecta su elasticidad. Una mala postura, combinada con el uso habitual de una mecánica corporal incorrecta, puede ejercer una tensión adicional sobre la columna. Aunque generalmente el proceso para que aparezca una hernia se requiere de años, esta no es regla, pues esta puede desarrollarse en cuestión de semanas o meses, incluso en días.
LOS PRINCIPALES SÍNTOMAS DE UNA HERNIA DE DISCO CERVICAL SON.
✔ Dolor cervical especialmente en los lados y en la parte posterior.
✔ Dolor que se irradia al hombro, parte superior del brazo, antebrazo, y raras veces a la mano, los dedos y el tórax.
✔ Dolor profundo cerca o sobre el omoplato del lado afectado.
✔ Dolor de cabeza nauseas y mareos.
✔ Empeoramiento del dolor al toser, hacer esfuerzos o reír.
✔ Incremento del dolor al doblar el cuello o girar la cabeza hacia un lado.
✔ Debilidad de los músculos del brazo.
✔ Hormigueo o entumecimiento de miembros superiores.
✔ Síntomas principales de una hernia de disco lumbar.
✔ Lumbalgia o dolor severo en cintura.
✔ Dolor que se irradia hacia los glúteos, piernas y pies.
✔ Dolor que empeora al hacer esfuerzo, toser o reír.
✔ Hormigueo o entumecimiento en piernas y pies.
✔ Debilidad muscular o atrofia en etapas avanzadas.
Una buena noticia que tenemos para el tratamiento de las hernias es que en la mayoría de los casos no requiere cirugía, La evidencia científica de muchos años sugiere que el dolor asociado a una hernia de disco disminuye con frecuencia sin tratamiento quirúrgico en 3 a 6 meses, Sin embargo es imposible saber cuáles casos se resuelven con tratamiento conservador y cuales con tratamiento quirúrgico, por tal motivo, siempre hay que comenzar con los tratamientos conservadores, no quirúrgicos para aliviar los síntomas en los pacientes con este problema.
La Ozonoterapia es quizá el mejor tratamiento conservador para el manejo de un paciente con hernia de disco, la sintomatología disminuye hasta en un 80-90% , cosa que pone a esta terapia a la par del tratamiento quirúrgico cuando se escoge este como primera opción. Es un excelente y rápido analgésico, prácticamente no existe contra-indicaciones para aplicarlo, no tiene efectos colaterales, es una terapia de invasión mínima, no requiere internamiento hospitalario, no está contraindicado en pacientes con hipertensión, diabetes y no interactúa con otros tratamientos.