
El síndrome de Reiter se considera una espondiloartropatía del grupo de las artropatías seronegativas. Se creé que resulta de la interacción de diversos factores genéticos (como en antígeno HLA-B273) y ambientales, que causan una reactividad inmunitaria anormal ante ciertos patógenos bacterianos, por lo que se llama también artritis reactiva o post-infecciosa. Aunque se describen otras artropatías reactivas como las ocasionadas por fiebre reumática o Enfermedad de Lyme, solo se describen como artritis reactiva las artropatías inflamatorias secundarias a procesos infecciosos cuya característica clínica se asemeje al grupo de las espondiloartropatías. Estas son un grupo de enfermedades que comparten características clínicas, patogénicas y epidemiológicas entre si y se caracterizan especialmente por la afección axial(columna vertebral) y articulación sacroiliaca, una entesopatía (inflamación de las inserciones fibrocartilaginosas de ligamentos al hueso) y el hecho de ser a diferencia de la AR, seronegativas al factor reumatoide. Generalmente, comienza por una infección urinaria o gastrointestinal. Algunos de los agentes patógenos conocidos son la Chlasmydia, Salmonella, Shigella, Yersenia, Campylobacter. Su manifestación inicial es una uretritis no gonocócica, que generalmente aparece antes de que se manifieste el Síndrome de Reiter, lo cual ocurres de 1 a 5 semanas. Del mismo modo puede aparecer la enfermedad posterior a una gastroenteritis en forma disentérica. Se describe una triada clásica del Síndrome de Reiter clínicamente: Uretritis, conjuntivitis y artritis, pero se pueden acompañar de entesítis, sacroileítis, uveítis y lesiones mucocutaneas como la blenorragia. Queratodermia, balanitis circinada.
Las pruebas de laboratorio y radiológicas son útiles para el diagnóstico entre las que tenemos:
✔ Positividad para Antígeno HLA-B 27. No tiene valor diagnóstico pero si pronóstico.
✔ Velocidad de sedimentación globular elevada en fase aguda, sobre todo si hay artritis reactiva.
✔ Proteína C reactiva elevada en fase aguda.
✔ Factor Reumatoide: Debe de ser Negativo. Si es bajo y el paciente tiene antecedentes negativos de AR se considera para el diagnóstico del Síndrome de Reiter.
✔ Leucocitosis y Neutrofilia en fase aguda.
✔ Posible anemia en fase crónica.
✔ Radiografia, RML, TAC: en cuadros agudos aumento de partes blandas y osteopenia yuxta-articular.
El Síndrome de Reiter puede presentar complicaciones pulmonares como neumonía, derrame pleural. Neurológicos, cardiopatías, valvulopatías, amiloidosis renal, glemerulonefritis, oftálmicas como la uveítis, conjuntivitis y catarata, articulares como artritis recurrentes, artritis crónica, sacroileítis, espondilitis anquilosante.
El pronóstico es grave si aparece en hombres+ VSG es elevado y positivo el antígeno HLA-27B. Igualmente la ozonoterapia es una excelente alternativa para tratar en forma integra a los pacientes con Síndrome de Reiter. La terapia se puede aplicar como único tratamiento por vía AHMA de 20 a 25 sesiones, diario o dos o tres sesiones por semana, dependiendo de la gravedad a una dosis de de 20 a 30 mcg/kilo de peso y dos a tres ciclos por años dependiendo de la severidad del problema. Combinado con infiltraciones de 10 a 15 mcg/ml y 10 a 20 ml en cada articulación. Hay resultados espectaculares y sin complicaciones y efectos adversos.